En Perú han cerrado fronteras y declarando estado de emergencia por 15 días con norma de aislamiento domiciliario a toda la población.
Cuando escuché que fueron 15 días me puse a pensar que en ese periodo no se va a poder levantar las medidas que se han tomado, y que en realidad el momento para poder regresar a la normalidad no depende de nosotros.
El cierre de fronteras impide que el virus ingrese, y el aislamiento que se propague internamente. No logramos nada si llegamos a 0 infectados en Perú si el virus sigue latente en cualquier otra localidad del mundo, nos infectaríamos nuevamente.
Solamente podemos abrir fronteras cuando la amenaza esté controlada en la Tierra, y para esto dependemos de todos los demás, y bajo la misma moneda los demás dependen de que Perú no sea el último país en controlar el virus.
Entonces, es una colaboración global y una responsabilidad no sólo con nuestros vecinos o nuestra ciudad o nuestro país, pero nuestros actos localmente en nuestra casa son parte de un apoyo a nivel planetario para evitar que el virus salga de nuestra nariz a infectar a un niño en Bangladesh.
Este acto de todos los países de cerrar fronteras es un acto de colaboración a nivel especia humana, que a menos que sea acatada a nivel planetario no va a tener efecto. Estamos siendo parte de un movimiento sin precedente. Una coordinación de toda la humanidad con un único fin, los ciudadanos en Filipinas, nosotros, los Polacos, Españoles, Franceses, Canadienses, Chilenos, Australianos, Rusos, Chinos (Qué está pasando en África???) estamos colaborando con los mismos procedimientos combatiendo el mismo mal.
Creo que nunca antes se había puesto a prueba nuestra capacidad de acción y coordinación a nivel especie, y eso me hace sentir que la participación en este aislamiento es mucho más emocionante, y me da para poder contar que fui una célula en esta entidad que es la especie humana.
Dicho esto, es muy fácil para mí desde mi castillo de marfil jugar al aislamiento con todas mis necesidades satisfechas y pocos cambios en mi rutina. Es casi injusto que intente imaginar el sacrificio, sufrimiento e incapacidad de muchísima gente cerca mío para lograr este teórico.